.

 

figon del huecar

cuenca

villa de castejon

 

 

 

JOSÉ LUÍS PERALES "CANTAR Y CONTAR COSAS"

 

A su derecha, una guitarra barnizada con la cejilla puesta y frente a él, un bloc grande de hojas blancas en el que duermen letras de futuros temas de amor, temas de muerte, temas de vida. Este chico, Perales, está casado con Manuela. Tienen un hijo rubio que se llama Pablo -esos ojos oscuros que a tu año y medio de vida dicen tantas cosas, ese querer contarnos lo que piensa con tus medias palabras- y esperan otro para la primavera.

-Yo quería ser autor, pero aunque llevaba componiendo desde los 14 años, hasta 1968 no enseñé mis primeras canciones a gente del mundo de la música. Ellos eran los que presentaban mis canciones en sus casas de discos porque a mi me daba una vergüenza horrible ir personalmente. Era tímido y me asustaba el fracaso.. Mi primera canción la grabó Daniel Velázquez y se llamaba <<En San Marcos>>. Luego hice cosas a medida para Jeanette (<<Porqué te vas>>) y Yerbabuena.

Un día Trabuccelli, de Hispavox, se interesó por conocer personalmente al autor de aquellos temas y no tuve más remedio que ir. Me trató estupendamente y fui cobrando confianza.

José Luis, el chico a quien daban de lado sus compañeros de colegio en Cuenca (<<es que yo era muy egoísta y quería ser el centro de atención en las reuniones, de los juegos, y claro; los otros chavales me marginaron, incluso tenía que acompañarme mi padre al colegio porque me pegaban...>>) siente pudor al hablar de sí mismo.

 

Perales toreando una vaquilla

 

Perales toreando

Le cuesta contar sus triunfos y siempre que tiene que referirse a alguno procura añadir algo para hacérselo perdonar.

-Hispavox me propuso grabar mis propias canciones, pero a mi me daba pánico. No me creía capaz de subir a un escenario. Tenía miedo al público, y además, yo por aquel entonces trabajaba de delineante en una empresa del INI, tenía ya un segundo sueldecito con lo que me daba la Sociedad de Autores por mis canciones... Me asustaba el nuevo mundo que se me venía encima, la posibilidad de tener que romper con lo que ya conocía y dominaba para cumplir los compromisos que conllevaba ser cantante; ya sabes, las entrevistas, la radio, las fans. Escribí <<Celos de mi guitarra>>, y todos esos compromisos se me vinieron encima. Hispavox me obligaba a cumplirlos, claro, y yo tenía que escaparme del trabajo. Al final tuve que dejar la oficina.

Y entonces vino la gran oportunidad: Argentina.

 

Al recordar su primer viaje a América, José Luis sonríe con nostalgia. Lleva puesto un pantalón gris marengo de lanilla, un chaleco granate y una camisa blanca. De sus pelos cortos escapan esbozos de rizos. En la mano, un bolígrafo le ayuda a pasar el trago con el mínimo exigible de naturalidad: rayas verticales, horizontales, en <<ese>>... Va enmarcando sus canciones con trazo firme y seguro, trazo del delineante que fue y al que recurre no se por qué extraño mandato del inconsciente.

-El viaje a Argentina supuso un acontecimiento. Me habían programado el teatro más importante de Buenos Aires y cuando llegué, la ciudad estaba inundada de carteles que decían <<Bienvenido a Argentina, José Luis Perales>>. Me llevé una sorpresa increible, yo no creía que fuese tan popular allí... Hasta rodé una peliculita con mi tomavistas, imagínate como estaría de sorprendido del recibimiento. La crítica me puso muy bien, incluso les gustaron mis canciones. Unos decían que me faltaban tablas, y era verdad; pero para otros era mi estilo de cantar. Fui de sorpresa en sopresa... En los últimos cuatro años he ido a América cada temporada, pero ya más seguro de mi mismo. Ahora me encuentro mejor en el escenario. He tenido allí experiencias dulces y amargas, porque América no es tan de color de rosa como se pinta.

En mi primer viaje incluso perdí dinero, porque pasaron una serie de cosas raras en la parte financiera. Me sentó fatal esto, porque había trabajado mucho, hasta tres o cuatro recitales diarios... Hubo días que me salió el sol cantando en una discoteca, pero por lo menos me llevé el aplauso y la satisfacción de haber sido escuchado en silencio.

 

El éxito más internacional de José Luis Perales fue la canción <<Porqué te vas>>. Carlos Saura la había incluido en su película <<Cría Cuervos>> y la canción viajó por toda Europa. La imagen de autor dió a José Luis peso y prestigio en el extranjero, y él confiesa que el mayor bienestar que ha sentido en esta profesión ha sido componiendo.

-Yo me pongo a componer aquí, en mi casa, sin que nadie me moleste ni me meta prisa. Me siento más seguro, más protegido, mejor. Cuando el disco sale empieza a materializar todo demasiado, tanto que puede llegar a pervertirte. Hay mucho dinero de por medio, muchas presiones y demasiados cuervos en esta profesión . La casa de discos va a vender, y para ello no dudan en manipularte y cambiar tu imagen. Yo empecé con 28 años, no era guapo ni joven, así que decidieron dar de mi una imagen romántica. Y yo soy romántico, pero no sólo romántico. Tengo letras de temas sociales, de pobreza, mendigos e injusticias; pero ésas no las quería al principio la casa de discos. Decían que se me iban a ir las fans, y no entendían que eso a mi no me importaba. Yo soy fundamentalmente autor. Los cantantes tienen que cantar muy bien o ser muy guapos para durar, pero los autores no dependemos de estas cosas, sino de nuestro trabajo. Yo, personalmente, confío más en mi y en mi propia música que en las fans que vayan a comprarme un disco. Me ha costado años convencer a la gente de que mi personalidad es ésta y no la que pretendían darme. Pero en mi profesión las cosas son así, al principio te manipulan que da gusto; luego, cuando te vas aclarando de qué pasa, puedes emepezar a ser tú mismo.

 

Perales y su esposa Manuela

Perales y Manuela

 

El romance José Luis-Manuela, fue de esos de fotonovela: chico atractivo, delineante, autor de canciones en potencia, conoce a chica joven y guapa en la maquinita de tomar café  de la empresa. Ella trabaja como traductora allí. Simpatizan. Un día, el chico cambia de oficina. Pasan dos años sin verse, y al tercer año él la llama por teléfono. Quedan, se van a pasear a Aranjuez y se anamoran. Desean casarse, pero la casa de discos del chico, ya cantante famoso, dice que no porque las fans quieren a sus ídolos solteros, para todas. Chico y chica se hacen novios, esperan tres años y por fin deciden casarse caiga quien caiga, a pesar del voto en contra de las casas de discos.

-Queríamos casarnos enseguida porque yo no creo en los noviazgos largos. Cuando en cuentras a una persona es cuestión de piel, contactas o no; y si no la conoces enseguida no llegas a conocerla nunca. Ahora vamos por el segundo hijo, y luego ya veremos; alguno más vendrá, seguramente.

 

José Luis Perales está muy satisfecho de que su canción <<Me llamas>> (...para decirme que te marchas, que ya de nuestro amor no queda nada...) sea actualmente número uno de ventas, <<pero número uno de verdad -aclara- porque hay números uno que los crean las multinacionales de este negocio y, una vez conseguidos los beneficios, se olvidan del cantante que utilizaron para ganar sus buenos dineros. Eso es triste, frío, inhumano, pero es así>>.

 

Los temas de José Luis Perales siempre están basados en hechos reales, en impulsos o sentimientos propios. Tengo que conocer y sentir el tema del que voy a hablar. Quiero contar y cantar cosas que me gusten a mi, y si coincide que le gustan también al público, pues, fenomenal: una satisfacción enorme, pero sobre todo necesito que me llenen a mi. Creo que lo que mejor hago son las letras porque me es fácil ser reportero de la realidad. Luego cojo la guitarra, les pongo una pequeña música y ya está.

 

Nosotros ya estamos terminando. Le pido a este chico, Perales, que me cuente cosas de sus amigos, de su familia.

-Mi replegamiento y desconfianza -dice-  me vienen de la infancia. Quería ser diferente a los demás, y me aislaron. Yo quería llegar a ser importante, y con lo que he conseguido me doy por satisfecho. Tengo pocos amigos, y lo de las relaciones públicas lo llevo fatal, pero, en fin; soy feliz y estoy satisfecho. He pasado de niño momentos de soledad dramáticos, refugiado en el desván de casa o en el campo. Luego fui a la Universidad Laboral de Sevilla a estudiar maestro industrial eléctrico, y allí encontré el ambiente que quería y necesitaba. Allí se me bajaron los humos y tuve los primeros amigos.

 

Sigue siendo desconfiado, pero sabe confieaserse si se le brinda amistad. Es sencillo, humano y un padrazo. Hemos ido a despertar a Pablo.

José Luis Perales

 

Es un reportaje de Consuelo Sánchez Vicente, extraido de la revista Gaceta Ilustrada, 25/XI/1979

.